Desde que nació, hemos tenido una objetivo: Tener un hijo feliz

Desde que nació, hemos tenido un objetivo muy claro: Tener un hijo feliz

Por: Claudia Vargas

Han pasado 19 años desde que nació Alfredo, mi segundo embarazo y mi primer bebé. ¡Puff!  se dicen fácil ¡diecinueve años! pero esta, ha sido la etapa de mi vida mas complicada y a la vez la mas hermosa y la que mas aprendizajes me ha dejado.

Las contracciones no paraban y al llegar al consultorio de mi ginecólogo solo recuerdo escuchar, “estás en trabajo de parto, ya no hay marcha atrás”  y con ello, mi imagen se va a mi abrazando mi pancita y diciéndole TODO VA A ESTAR BIEN!

Alfredo nació de 28 semanas de gestación  y con sólo 1kg de peso. Todo comenzó ahí, parto natural y solo pude darle un beso rápido por que se iba a la incubadora, que sería su hogar durante los próximos 2 meses; traslados de un hospital a otro, infinidad de casos a mi al rededor, desde niños que eran dados de alta y niños que, desgraciadamente fallecían después de 2 meses estar luchando por su vida , hasta el niño que estaba dado de alta pero la mamá no tenía tiempo de ir por él.

Sólo podía ver a Alfredo en las mañanas y yo sentía que jugaba a ser mamá, con un bebecititittitititito al cual le enseñaba a succionar, y mi momento mas esperado era el momento en donde me lo pegaba al pecho por horas. Los doctores le llaman Terapia Canguro, pero para mi era VIDA!

Un día, al llegar al hospital a la hora de la visita me avisan que a mi muñeco se lo habían llevado a terapia intensiva y de ahí un traslado inevitable al Siglo XXI por ser un caso complicado.  Esa tarde nos mandaron llamar a su padre y a mi y solo dicen, “Su hijo acaba de tener un paro cardiorrespiratorio de 5 minutos. Nos costó mucho trabajo sacarlo del paro, si vuelve a presentar algo así, les llamamos para que pasen a despedirse”.  Son  terror y tristeza infinita solo pudimos decir “SI, AQUI ESTAREMOS”. Nos sentamos en las escaleras y nos quedamos dormidos; al despertar mágicamente todo estaba estable y una semana después Alfredo fue dado de Alta.

Hoy, Alfredo tiene 19 Años, es un chavo que tiene Parálisis Cerebral Infantil ( PCI).  Desde el año de vida hemos estado en terapias y con un objetivo muy claro: TENER UN HIJO FELIZ. 

Alfredo en su andadera FELIZ! Sus compañeros le pedían a Santa una andadera como la de Alfredo por que se veía muy divertida. Foto: Cortesía Claudia Vargas.

Hemos pasado por etapas complicadas, operaciones, momentos de alegría pero sobre todo Trabajo constante.

Hoy creo haberlo conseguido, Alfredo es un chavo de 19 años, estudia licenciatura en Mercadotecnia  y trabaja medio tiempo en una agencia de publicidad. Yo,  soy la mamá más orgullosa al decirles que acabo de regañarlo  por qué no cumplió con “algo”,  por irse al cine con sus primos y amigos y que  ahorita va camino a cenar por que es viernes,   ¡ah! y el martes tiene una cita con la niña que le gusta.

Podría contarles estos 19 años con pelos y señales y con 4 cajas de Kleenex al lado pero creo que la historia se cuenta sola: Hoy tengo a un hijo feliz. 

¿Por qué les cuento ésta parte de la historia?

Porque cuando yo estaba en esas noches eternas que esperaba para poder ver a mi bebé, por que cuando iba a terapia diario, agotada física y emocionalmente, por que cada que alguien veía raro a mi hijo cuando lo veían entrar caminando con su andadera me hubiera encantado que alguien me dijera TRANQUILA, TODO PASA, NADA ES ETERNO, TODO ESTARA BIEN! 

No importa la condición de nuestros hijos, siempre siempre todo pasa y TODO ESTARA BIEN!

DESEO DE TODO CORAZÓN QUE QUIEN ME LEA, PUEDA EN 19 AÑOS ESCRIBIR UNA HISTORIA ASI…

 

Conoce más

Historias