Hola Sopitas:
Buenas noches, a mis manos llegó tu enlace gracias a mi mamá que te escucho con Gaby Warkentin como todas las mañanas y por ello decidí escribirte.
Es verdad lo que dices, ser un PADRE EN UN MILLÓN no es fácil, David y Constanza nacieron el 20 de Septiembre del 2014, prematuros de 6 meses de gestación y tres días en incubadora y terapia intensiva.
Como bien dices, desde el primer día lo que quieres es pararte y verlos, darles todo el amor que planeaste darles en cuanto los vieras en tus brazos, pero esas ideas comparadas con la realidad no llegan a su fin.
Mi mejor consejo cuando tienes a tus hijos en terapia intensiva e incubadora es: nunca pierdas la FE, todos los días da lo mejor de ti, porque ellos no se cansan, ellos luchan cada minuto para darnos su amor y su presencia.
Yo admiré y admiro eso de mis hijos, que cada día me demostraron que luchar por la vida vale la pena, y que si ellos tenían las fuerzas, el ánimo, de dar pasos de fe, ¿por qué no lo haríamos nosotros?, ellos me enseñaron a CREER y ha guardar la ESPERANZA y la FE de que todo iba a salir bien!
Mi final, no fue el que yo hubiera querido contarte hoy, hace casi 5 años, nos dieron la gran dicha de ser padres, y hoy celebro su vida aunque físicamente no estén con nosotros.
Hace casi 5 años, ellos me demostraron que nunca debes dejarte vencer en la primera caída y siempre apostar el todo por el todo, dar todo tú amor, sin importar si mañana podrás o no hacerlo, vivir el presente y vivir cada día agradeciendo que puedes verlos, tocarlos, o platicarles, y demostrarles de mil maneras el amor que tienes para darles.
Gracias por este espacio, y gracias por considerar a aquellos padres que a pesar de que a un lado de tus hijos en incubadora, ven a niños sanos y fuertes, recogen su corazón y sus lagrimas para dar lo mejor de sí y nunca perder la fe.