No es tu hijo quién debe adaptarse a ti, nosotros debemos adaptarnos a ello con mucho amor

No es tu hijo quién debe adaptarse a ti, nosotros debemos adaptarnos a él con mucho amor

Por: Lucero Guerrero ,

Alex no fue un niño planeado, desde su anuncio resultó ser especial. Todo mundo estaba sorprendió por la llegada de nuestro segundo hijo y no te voy a mentir, hubo gente que nos criticó, comentarios como “¿por qué no se esperaron un poco más?”, realmente no todo mundo estuvo feliz al principio, podría decirte que ni siquiera yo lo estaba.

El embarazo fue perfecto, sin molestias, malestares nada; revisión tras revisión, todo excelente. Sí al principio comenté que no estaba feliz de mi embarazo, pero fue solo al principio. Alex desde el vientre me mostraba su amor, fue muy bien portado mi bebé, descubrir que sería niño, me volvió loca, pues seria la pareja perfecta para Salvador, su hermano mayor.

Una cesárea anunciada estaba lista, 2 de mayo sería la fecha, esta vez a diferencia de mi primer embarazo todo fue diferente; todo lo hicimos mi esposo y yo solos: llegamos a la clínica con la enorme felicidad de saber que en unas horas recibiríamos a nuestro pequeño y así fue a las 11 am Alex vio por primera vez el mundo, hasta ese momento todo normal.

Segundo día de vida, Alex ya no llegó nunca a mi habitación para ser alimentado, algo pasaba con su oxigenación y después el detonante: ALEX PRESENTABA CRISIS CONVULSIVAS NEONATALES. No puedo olvidar la cara de la pediatra con la noticia que nos daba, tenia que ser trasladado de inmediato para recibir atención en la UCIN del IMSS. Mi esposo movió todo de manera que, aunque fue fin de semana, lo recibieran de urgencia.

Vivimos 14 días internados en el IMSS, visitas, horas de espera, visitas canceladas, esperando escuchar la hora de entrada a la sala donde estaban nuestros bebés. Mamis nuevas, todas y cada una con el dolor de la reciente cesárea o parto, todas y cada una con la esperanza de ver 15 minutos a nuestros hijos. Me tocó pasar el 10 de mayo sin una parte de mi, porque Alex tenia esa parte y no me podía sentir completa, me volví realmente madre esos días, supe que no importa cuantos hijos tengas, tu corazón se llena de amor con todos y tienes la suficiente fuerza para amarlos de igual manera.

14 días después nos dieron de alta, sin diagnostico alguno, solo, pudieron controlar sus convulsiones, pero lo peor estaba por venir, 5 días después regresaron sus crisis, esta vez eran eternas, y tuvimos que internarlo nuevamente. De inmediato se hicieron todos los estudios, algunos lastimaron mucho a Alex, hasta que con una resonancia magnética, nos dieron la terrible noticia: Paquigiria Frontal, una parte de su cerebro no estaba formada, las neuronas que no se lograron colocar chocan entre si por lo que siempre va a tener convulsiones.

Hoy Alex tiene 3 meses, y lucha como nadie en el mundo. Las crisis no paran, la enfermedad no es reversible, pero si Alex lucha nosotros luchamos también, no es mi hijo quien debe adaptarse a nosotros, nosotros debemos con amor adaptarnos a él, esperando ayudarle, esperando más estudios para que pueda tener una mejor calidad de vida, esperando entrar a rehabilitación y con el tiempo describir cual o cuales serán sus discapacidades. Las convulsiones lo persiguen diario 30 o 50 veces al día, pero nos hemos armado de paciencia, porque debemos hacer su camino por esta vida más ligero, debemos llenarlo de amor, debemos llenarlo de besos, pues un día, Alex puede ya no estar con nosotros.

Damos gracias a Dios todos los días, vivir con un hijo especial te vuelve padre especial, te vuelve diferente, y eso se lo debes a el, a que nos eligió como padres en un millón.

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