Ser Mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida

Ser mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida, aunque el camino fue diferente a lo que imaginaba

Por: Verónica Sánchez ,

Ser mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida, sin embargo el principio del camino fue bastante diferente a lo que imaginaba.

Me queda clarísimo que NUNCA se esta completamente lista y preparada para ser mamá y si a esto le agregamos tener mellizos la historia se vuelve más interesante.

El hecho de enterarme que sería mamá movió todos mis sentimientos y este mar de emociones se duplico cuando al confirmar la noticia me dijeron que serían dos bebés los que crecían en mi interior.

Debido a que era “múltiple” como así lo catalogan los médicos, mi embarazo curso con muchas complicaciones las cuales me tuvieron en reposo el tiempo que este duró, y sí a esto aunamos que mis bebes y yo teníamos diferentes tipos sanguineos esto lo complico mucho más llevando al termino de embarazo en la semana 30 debido a que los bebes ya tenían sufrimiento fetal.

Estaba en el quirófano con el miedo a un millón, cuando primero por medio de cesárea nació Joshua pesando 1.600kgs. demasiado pequeño y frágil, me lo mostraron un momento y enseguida se lo llevaron… No me dijeron a donde y quería ir detrás de él, pero enseguida sentí que nació Johana, sin llorar de un color poxigeno, pesando 1.400kgs y a ella no me la enseñaron, todos corrían a asistiría.

Después de pasar tres días en recuperación conectada al oxigeno y muy débil desperté en piso, queriendo ver a mis bebes, sin embargo aun no podía.

Joshua estaba en UCIN (unidad de cuidados intensivos neonatales) conectado a miles de asistencias, respiratoria, alimenticia y miles de cables más, era el rapero mas guapo del mundo con sus lentes y su gorro para que la luz azul no lo lastimara, mientras por un lado de su cuerpecito salía la sangre contaminada, por el otro transfundian sangre limpiecita.

Johana tenia un mejor pronostico y ella estaba a en UTIN (unidad de terapia intensiva neonatal) solo con sus asistencia respiratoria y alimenticia esperando subir de peso y aunque tenia el peor diagnóstico a la hora del parto, mientras pasaron las horas tuvo menos riesgo.

Dos largas semanas avanzaron sin cambios de sala… Solo infecciones e intolerancia, cuando un dia al llegar a la visita Joshua ya no estaba en UCIN  si no en UTIN era una excelente noticia.

Juntaron sus incubadoras en un cubículo para que pudiera estar con los dos sin tener que sacrificar horas de visita (pues yo era la única que podía entrar por ser madre soltera) en la cuarta semana todo mejoró para ambos y Joshua paso rápidamente a “Prematuros” sin oxigeno, solo para ganar peso y sin ningún problema de salud grave. Pudimos arreglar que mi mamá pasara conmigo a la visita y asi dedicar media hora con cada bebé sin descuidarlos ya que Joshua ahora estaba en un piso diferente.

Al finalizar la cuarta semana por fin Joshua pudo ir a casa con nosotros (eramos tan felices) pero con ello la responsabilidad aumento. Johana sin embargo parecía gozar de tanta atención y apapacho pues no permitía el destete del oxigeno, tampoco subía de peso y sus infecciones parecían ser mas fuertes que el medicamento. Así pasaron tres semanas mas y por fin decidieron que era tiempo que “Tipis” (como ahora le decimos de cariño) pasara a “Prematuros.  Con apenas un destete de una semana, la dieron de alta al termino de la semana 8 y fuimos a casa sin oxigeno.

Ya en casa no cambiaron mucho las cosas, esterilizabamos el cuarto diario, tenían un nidito con un foco para que no perdieran temperatura y tenían 5 medicamento que tenían que tomar  cada 8, 6 e incluso cada 4 horas, tomas de leche cada dos horas!! Pañales por docenas al dia,  ¡Todo era una locura! Pero una hermosa locura por tenerlos con nosotros.

Eramos caoticamente felices!!!! Pero al llegar al octavo mes llegaron las enfermedades de nuevo y Johana con una bronquiolitis comenzaba lo mas difícil.

Durante su tratamiento con “Conmivent” inhalado, se desencadenó un broncoespasmo finalizando en paro cardiorespiratorio llevándonos a urgencias con una estancia de tres meses en Terapia Intensiva sin encontrar el origen de su mal.  Buscando respuestas pasaron  mas de un par de doctores, hasta que decidieron enviarla a un Hospital de Alta Especialidad, en donde después de varios estudios le diagnosticaron Broncodisplasia Pulmonar secundaria a una Cardiopatía Congénita, que a pesar de estar en “tratamiento” no debieron haber retirado el oxigeno y esto empeoró la situación favoreciendo así que todo se complicará. El único tratamiento “experimetal” que podía darle esperanzas a Johana era el “Viagra”  y ya no teníamos nada que perder así que decidimos aceptarlo y mi nena despertó al tercer día pidiendo comida.  Nuestras almas regresaron a nuestros cuerpos pues el “peligro” ya no era nuestra palabra principal.

Así pasaron cuatro años entre recaídas y enfermedades pulmonares, escuelas y casa cuando comenzó a degenararse su salud y al cumplir 8 años de nuevo no nos daban buen diagnostico, al grado de ser candidata a Sesión Medica para un ultimo intento en su tratamiento , pues su necesidad de oxigeno cada vez era mayor, su actividad prácticamente era nula al grado de caer en silla de ruedas y dejar de ir a la escuela.

Los médicos Neumólogos, Cardiólogos, Nefrologos, Endocrinología, Oftalmólogos y Pediatras votaron a favor para que Johana recibiera este ultimo tratamiento (único en la vida) con duración de un año,  en el que nos hospitalizábamos cada mes durante tres días para recibir medicamento intravenoso, cuidando los efectos secundarios.   Decidimos que fueran viernes sábados y domingos para que no nos afectara, a ella en lo escolar y a mi en lo laboral, así que entrábamos juntas el viernes y salíamos  el domingo.

Mes a mes deseábamos tanto que diera resultado, rezábamos tanto, a todos los santos, Cuando en el cuarto mes comenzamos a ver que si la bañamos sin oxígenos no se ponía morada.

Poco a poco los avances eran mínimos pero muy significativos, ¡pudimos dejar la silla de ruedas!. Después presentarnos a la escuela un dia a la semana,  bajábamos escaleras y todo era tan maravilloso que en el mes 9 ya no desaturaba y  podía dormir sin oxigeno.  Por fin el mes mes 12 nos dieron de alta,  el muy agresivo pero también maravilloso tratamiento remitió la enfermedad que ahora es “Enfermedad Pulmonar Intersticial PANAMA I” .

Estamos en vigilancia anual pero ella ya es “una niña normal” que puede hacer ABSOLUTAMENTE TODO!!!!!

Siempre sin dejar de ser responsables  laboral y escolarmente.

No fue fácil pero verlos sonreír, ir a la escuela, andar en patines, bailar e incluso pelear juntos es esa satisfacción de saber que has hecho lo mejor solo por ellos!!!

Caótica pero divertidamente!!! Ser mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida!!!

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